miércoles, 16 de junio de 2010

La flaca Elcira

La Flaca Elcira

Bella, elegante y añosa  pululaba las cantinas y bares del barrio, era bastante ágil, la verdad es que nunca la vi  buena y sana,  como diría mi madre.
Delgada como un “palote” y  libre como el viento, de un  mundo  bastante distinto al mío, y que ocasionalmente dormíamos bajo el mismo techo, se había convertido en la nueva amiga de  don Segundo, nuestro anciano casero.
En sus nocturnos encuentros se embriagaban hasta olvidar sus nombres.
A su regreso bailaban y cantaban, doblados como churro, diría mi padre.
De madrugaba  Elcira huía  como siempre de los brazos del viejo.


Autor: Manuela Bossans Ardiles

1 comentario:

Ahlejandro dijo...

Como la Flaca de la historia existen lamentablemente muchas. Quizás qué entretenida historia y hasta dolorosa experiencia, las lleva a pulular y casi habitar en bares.